En un momento en el que hay tensiones entre los gobiernos de EE.UU. y México sobre la inmigración, el comercio transnacional entre ambos países continúa prosperando. Una de las iniciativas que está a la vista es la que tiene que ver con el uso de la tecnología moderna. Por ejemplo, la terminal marítima en el Puerto de Lázaro Cárdenas ha iniciado un movimiento de modernización que incluye una plataforma semi-automatizada para las transacciones.
Algunos de los beneficios para los transportistas y los operadores de carga es la disponibilidad de un servicio ferroviario contenedorizado a tiempo completo que llegue al puerto. Esto le permitirá a Lázaro Cárdenas conectar con Manzanillo. México ha estado a la vanguardia del uso de tecnología moderna con la finalidad de reducir costos y mejorar la eficiencia. Los beneficios para los operadores y los clientes incluyen una demora significativamente controlada. Anteriormente una de las quejas más frecuentes de los transportistas y de los operadores de carga eran los retrasos desmedidos en los puertos.
¿Cuáles son los Puertos Mexicanos?
Una cantidad de puertos mexicanos, incluyendo el de Lázaro Cárdenas y Manzanillo, están destinados a convertirse en las principales puertas de acceso al mercado próspero que es la industria marítima de los Estados Unidos. Se prevé que la tecnología traerá ventajas logísticas competitivas que harán de México una opción atractiva para los americanos que desean importar y exportar bienes por vía marítima. México siempre ha deseado la posición de ser una puerta de entrada a las Américas, un mercado interesante tanto para EE.UU. como Canadá en el norte.
Las inversiones significativas en tecnología también están dirigidas a satisfacer las demandas del consumidor, las cuales son impulsadas por la creciente clase media en México. Esto inevitablemente busca bienes de consumo, incluyendo aquellos que son importados de los Estados Unidos. México ha estado trabajando diligentemente en su sector de manufactura y esos productos manufacturados tienen que ser exportados a alguna parte. Estados Unidos parece un mercado natural dada su proximidad y sus altos ingresos.
Los “Dos Grandes mexicanos” están marcando la pauta
Los puertos más grandes de México tienen ambiciones de ofrecer una alternativa atractiva a los transportistas de Estados Unidos y a los operadores de carga. Se dirigieron específicamente a las importaciones vinculadas a los Estados Unidos para la expansión del mercado. Luego de la Crisis Laboral de la Costa Oeste de 2014-2015, muchos puertos en ese país fueron debilitados significativamente. México facilitó una alternativa fácil en más de una forma. Los únicos obstáculos fueron la distancia y la capacidad. Esos son los dos aspectos en los que los puertos se están enfocando en su plan de desarrollo.
México también necesita esta expansión dado su crecimiento económico anémico, el cual difícilmente supera la marca del 2% sobre una base anual. El Peso está cronológicamente debilitado frente al dólar y los precios del petróleo están fuera de control. Una buena empresa de transporte marítimo podría ayudar de alguna manera a aliviar algunas de estas preocupaciones.
La administración de Trump ha prometido renegociar el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), el cual está destinado a perjudicar a México de alguna manera. Esto significa que cuanto más rápido el país asegure el tren del envío, será mejor para él.
Objetivos y Expectativas de los Puertos Mexicanos
Los puertos mexicanos anticipan y esperan igualar e inclusive mejorar su dominio actual de los envíos entre el Norte y las Américas. Actualmente, la carga anual de bienes está aumentando un 4,6% en promedio. Esto fácilmente supera a los Estados Unidos con sus tasas de crecimiento del 2,7%. Lázaro Cárdenas vio incrementos de alrededor del 10,2%. La desventaja es Manzanillo, con su crecimiento muy modesto de 1,2%. Sin embargo, estos dos principales puertos siguen invirtiendo en grandes proyectos en previsión de un mayor comercio con los Estados Unidos.
Por ejemplo, Manzanillo se está acercando al final de un proyecto de tres años para la construcción de un gran túnel que le dará acceso de tiempo completo a los trenes de carga. Esto representaría una mejora importante en el cuarteto de tours altamente restringido que está disponible en cualquier día dado en este momento. El túnel también contribuirá a evitar que la carga atraviese las caóticas calles de las principales ciudades. Otro beneficio posible es la mayor capacidad para manejar cargas aún más grandes; algunas estimaciones indican un aumento del 200% en el volumen siguiendo el uso del túnel. Manzanillo servirá mejor sus 23 servicios al ritmo de 12.500 TEU.
Efectos sobre los Estados Unidos
Para los Estados Unidos, hay una mezcla de beneficios y de posibles desventajas. Por el lado positivo, hará las importaciones mucho más rápidas, más económicas y más fáciles que antes. La automatización mejorará la comunicación con las autoridades y los sistemas de Estados Unidos. Sin embargo, esto hace muy poco para abordar el déficit comercial, el cual se ha convertido en una preocupación importante de la Administración de Trump. La realidad es que América estará importando más que exportando, una característica del status quo en este momento.
Ventajas para los Estados Unidos
Si los Estados Unidos emplea las nuevas inversiones como una plataforma de lanzamiento para su movimiento hacia las Américas, esto podría resultar en buenas noticias para el país. México es la puerta de entrada para los países latinoamericanos, los cuales tienen una creciente clase media que definitivamente necesitará bienes importados de EE.UU. También ofrece una alternativa para la poderosa China, que ya ha retaliado contra los aranceles y las barreras que la Administración de Trump ha colocados a los bienes. Estas son oportunidades que la economía de Estados Unidos solo puede llevar a cabo con una visión mucho más estratégica del comercio marítimo internacional.
Desventajas para los Estados Unidos
La gran noticia es que el sector manufacturero de los Estados Unidos no lo está haciendo muy bien. Si a esto se le suma el fuerte sector manufacturero de países como México, tendrá un enorme déficit comercial para los Estados Unidos. De hecho, el gobierno mexicano tiene planes de invertir alrededor de $5 mil millones en todos los puertos dentro de la jurisdicción. Una de las industrias a las que se está dirigiendo es la de fabricación de vehículos, tales como General Motors, Fiat, Chrysler y Ford, las cuales han abierto sucursales en México. La consecuencia es la pérdida de oportunidades para los trabajadores de la industria automotriz de los Estados Unidos.
Conclusión
México se ha dado cuenta durante mucho tiempo de la importancia de los Estados Unidos como un socio comercial. Incluso, donde la administración de los Estados Unidos ha expresado malestar con respecto a los déficits comerciales que tiene con México, el pensamiento hacia el sur debe ser aplacar a los Estados Unidos tanto como sea posible con la finalidad de facilitar el comercio internacional.
México no puede perder en esta guerra ya que el comercio marítimo sigue creciendo. Los transportistas y los operadores de carga votarán con sus billeteras eligiendo las ofertas disponibles más convenientes y más económicas. México parece estar haciendo un muy buen trabajo al desarrollar sus puertos como el conducto ideal para una industria de importación-exportación que lo favorece en los Estados Unidos. En realidad, las exportaciones de EE.UU. pueden aumentar después de la modernización de los puertos mexicanos, pero ese cambio será más que compensado por las importaciones desde Latinoamérica. Esta historia demuestra una vez más las complejidades de las guerras comerciales.