Ha habido una protesta internacional después de la decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer aranceles a varios países en todo el mundo, incluyendo la Unión Europea, China, Canadá y México. China es una nación que ha decidido atacar con aranceles de retaliación propios. El resultado es un temor generalizado sobre la posibilidad de una guerra comercial entre China y Estados Unidos, dos de las economías más grandes del mundo.
El problema con las guerras comerciales es la posibilidad de generar consecuencias no deseadas a un número de industrias, incluyendo a la industria del transporte marítimo. Esta industria en particular depende de la transacción fluida del comercio internacional para imponer aranceles y tasas. Si hay una guerra comercial abierta o encubierta, esto podría significar una reducción en los negocios. Hay alrededor de $34 mil millones en aranceles en juego como represalia. El primer impacto se sentirá el 06 de julio cuando exista un gravamen de hasta 6,2% del comercio de contenedores entre China y Estados Unidos, o alrededor de 830,095 TEU. Se prevé que estos aranceles golpeen a los exportadores estadounidenses mucho más que a los importadores.
Datos Financieros y Estadísticas Clave de esta Guerra Comercial Emergente
Las estadísticas indican que hay un valor adicional de $16 mil millones de productos que se verán afectados de ambos lados. Cuando se incluye esta cifra, el impacto total es de 8,1% del comercio o 1.1 millón TEU. Eso ni siquiera incluye las medidas de retaliación anticipadas por India, Rusia, la Unión Europea, Turquía y Canadá. Estos países han optado por enfocarse mayormente en los productos derivados del aluminio y acero de EE.UU.
Las primeras estimaciones muestran que Estados Unidos tiene como objetivo un mayor volumen de importaciones de China que viceversa. El problema está en que los aranceles chinos representan un porcentaje más significativo de las exportaciones de EE.UU. a China. En total, cerca del 25% de todo el comercio se va a ver afectado. Estados Unidos está haciendo $50 mil millones en aranceles o alrededor de 5,5% (734.877 TEU). China por su parte está haciendo 12,8% de las exportaciones de EE.UU.
Los transportistas y operadores están observando el impacto para tener una idea acerca del resultado para ellos y para su industria. David Bennett de Global Express Services dice que aún deben escuchar quejas importantes de sus socios y clientes, pero todo podría cambiar dependiendo de cómo se desarrolle la guerra comercial emergente.
1. Impacto en las exportaciones de algodón
Estados Unidos tiene una larga historia en la producción y exportación de algodón. Esta historia le da una ventaja tanto a los Estados Unidos como a China. China estará buscando asegurar que la imagen de EE.UU como el granero del mundo se vea severamente perjudicada a medida que empieza a revisar su política de “América Primero” (America First). Mientras tanto, el transporte de productos se verá afectado globalmente.
En la actualidad, el sector que está obligado a enfrentar el impacto más severo es el de carga aérea. Los transportistas pueden reservar pedidos y enviarlos a los Estados Unidos antes de la fecha límite del 06 de julio de 2018. EE.UU. ha buscado dirigirse a productos de alta tecnología bajo el programa chino “Made in China 2025” (Hecho en China 2025), el cual tiene como propósito alejar al país de la fabricación y la tecnología. Estos productos incluyen herramientas y aparatos quirúrgicos, dentales, médicos y veterinarios. También están apuntando a partes de computadoras, equipos solares y otros accesorios relacionados. Estos son considerados productos de alto costo, por lo que el 25% de aranceles se hará sentir.
2. Efecto en los Productos de Forraje
Otra área de orientación potencial es la relacionada con la producción de forraje. Las sanciones de Estados Unidos son más diversas que la represalia dirigida a China. Esto significa que industrias específicas, tales como la industria del forraje, van a estar bajo la mirada aguda del estado chino. China se ha enfocado en las tres principales exportaciones estadounidenses (algodón, soya y alimento para animales) que representan el 29,4% del mercado y alrededor del 56,2% de todo el comercio desde Estados Unidos hacia China en 2017.
China ha revisado sus listas en las que incluirán: alfalfa, vehículos, productos pesqueros, sorgo, maíz, productos de tabaco, frutas, nueces y paletas de cerdo. No es sorpresa que las exportaciones de Estados Unidos a China hayan caído un 21% en el primer trimestre debido a la amenaza de los aranceles. Ahora son simplemente 64.232 TEU. Es posible que caigan aún más una vez que los deberes reales entren en juego.
3. Impacto Potencial en la Soya
Con su impresionante cinturón agrícola, EE.UU. tiene interés en exportar la mayor cantidad posible de su producción de soya y China está interesada en usar este hecho como una ventaja en la guerra comercial. Los aranceles en este producto en particular ejercerían una enorme presión en los agricultores rurales que son parte de la base de Trump.
Por el contrario, el impacto anticipado en China es cualquier cosa menos cierta. Por ejemplo, las importaciones desde China hacia EE.UU. aumentaron en 2,8% (actualmente 4,3 millones TEU) en la primera mitad de 2018. Sin embargo, este aumento es inferior al 7,1% durante el mismo período en 2017. Estos aranceles y la retaliación podrían generar aún más sorpresas.
4. Otros productos afectados
Aun cuando se quiten a los grandes jugadores como el algodón, el aluminio y el acero, mucho está en juego. Los aranceles pronto comenzarán a hacer mella en productos como la alfalfa, los vehículos, el maíz y el pescado. Todavía hay cierta incertidumbre con respecto a otros $14 mil millones en productos cuyo estado no ha sido aún aclarado. China estará buscando atacar los químicos y plásticos procedentes de Estados Unidos. Estos son parte de los cinco principales productos seleccionados en los primeros tres meses.
Mientras tanto, Estados Unidos ha puesto su mirada en las estructuras de acero, piezas, herrajes, placas de plástico, láminas, automóviles y motores. Estas son grandes industrias y el impacto podría crecer a medida que EE.UU. trata de obtener la ventaja. Peor aún es el hecho de que Estados Unidos todavía no ha publicado el calendario final de aranceles. Algunos conocedores de la industria opinan que el gobierno de todavía está estudiando el impacto inicial antes de decidir en qué enfocarse después.
Cuando China anunció sus medidas de represalias, el Presidente Donald Trump emitió una orden al Representante de Comercio de EE.UU. al identificar un adicional de $200 mil millones en aranceles potenciales en productos chinos que llegan a los Estados Unidos. Esto podría ser una guerra muy larga.
Lo que deben hacer los transportistas
En primer lugar, los operadores y transportistas tienen que conocer las reglas para que puedan llevar a cabo sus deberes sin incumplir la ley. En segundo lugar, deben observar los volúmenes de comercio y evaluar cómo esto afecta a sus negocios. Donde sea posible, la industria puede entablar negociaciones colectivas para persuadir a los dos gigantes de la economía mundial de participar en una guerra comercial mutuamente costosa.
