En el mundo del transporte marítimo, “la temporada alta” es algunas veces sinónimo de retraso de embarques. Este año, los transportistas se están encontrando con las mayores interrupciones en los canales de manejo de exportaciones desde Asia. Para los dueños de carga que intentan traer la mercadería a EE.UU, esto podría añadirles hasta dos semanas – algunas veces un poco más— al tiempo normal de tránsito.
Los transportistas afirman recibir grandes volúmenes de carga de los Beneficial Cargo Owners (BCOs) en los próximos meses, otorgándoles la ventaja para alzar las tarifas de los espacios sobrantes en los buques. El espacio estará reducido en Septiembre, y considerando las pérdidas que la mayoría de los transportistas han sufrido durante la primera mitad del 2016, los expedidores no deberán asombrarse de pagar primas adicionales esta temporada.
La reciente pérdida de barcos de Hanjin, como consecuencia de la acción judicial, también jugará un rol importante durante ésta temporada alta, ya que Hanjin llegó a manejar 26,500 TEUs por semana y se encontraba 4to en el ranking del mercado de los Estados Unidos, causando así un gran temblor en la industria. El espacio será más escaso de lo esperado, teniendo en cuenta que las otras navieras no podrán acomodar los espacios después de tan grande pérdida. Los Incrementos Generales de Tarifas (GRI por sus siglas en inglés) y los Sobrecargos de Alta Temporada (PSS por sus siglas en inglés) serán aplicados a las tarifas base de flete marítimo comenzando el 1ro de Septiembre y el 15 de Septiembre respectivamente.
Una tormenta perfecta:
No existe una razón por la que los transportistas estén en estos momentos experimentando retrasos. Obviamente el incremento de tráfico en las rutas de navegación en esta época del año juega un papel muy importante, ya que Walmart y otras grandes cadenas abastecen sus inventarios de la temporada festiva.
Debido al alto volumen de productos que deben ser embarcados, no hay suficiente lugar en los contenedores y los trasatlánticos se llenan rápidamente. Otro efecto indirecto de la temporada es que los proveedores deberán hacer de todo para cumplir con los pedidos, lo cual también podría llevar a una acumulación, además de retrasos adicionales en la cadena de suministros.
Otra de las causas es que las embarcaciones con frecuencia quedan fuera de servicio, debido al desgaste que padecen y los equipos de mantenimiento deben trabajar tiempo extra para hacer frente a los problemas y lograr que los barcos queden nuevamente en condiciones navegables. Por último, una generalizada falta de espacio y de equipo deja a los dueños de carga, impacientes por embarcar sus pedidos en las rutas de navegación.
Tampoco se gana nada con tener pedidos adelantados si no se cuenta con un lugar para almacenarlos o falta equipo para cargarlos en los barcos.
¿Cómo prepararse?
La primera solución es pensar a futuro. Por ejemplo, colocar pedidos cuando aun se tienen inventarios disponibles para los próximos tres meses; esto puede dar cierta flexibilidad en términos del momento en el que se necesitará el próximo embarque.
Si va a enviar carga, planifique su salida unas dos semanas antes de lo que normalmente lo haría – esto le da un lapso más seguro de tiempo y con suerte eso implicará que su embarque llegue al puerto de destino justo cuando se espera. También es una buena práctica agregar unos 10 días a los cálculos de cuándo los embarques llegarán, para que los compradores no se desesperen.
La segunda solución es pensar estratégicamente. Si cuenta con los medios, divida sus embarques en varios buques. De esta forma, si uno se atasca en transbordo, todavía tendrá mercadería a la mano.
Además si también considera varios operadores de transporte, esa semana que aproximadamente debe esperar para embarcar podría equilibrarse con el tránsito más largo de otro transportista y al final terminaría ahorrando dinero. Por el otro lado, buscar en las altas y bajas de los transportistas que puedan satisfacer sus limitaciones de tiempo es realmente una estrategia menos rentable.
Por lo general, esto implica pagar una prima por espacio en el barco, mientras que si puede costear el esperar, lo más seguro es que encontrará un mejor trato.
Un pensamiento final:
Al calcular la duración potencial de los retrasos, mantenga en mente que CBP probablemente detenga e inspeccione la carga una vez esta sea descargada en el destino final. Mientras más ocupados están los puertos, les toma más tiempo a CBP completar este proceso, así que no crea, equivocadamente, que como su mercadería ya llegó al puerto todo está despejado.