La menor demanda de los consumidores alivia la cadena de suministro

Victor NunezAir Freight, Ecommerce, Exports, Freight Forwarding, General, Imports, News, Ocean Freight, Shipping From China, WarehousingLeave a Comment

Tendencias actuales e implicaciones para la industria logística

Muchos expertos esperan que la disminución de la demanda ayude a aliviar los cuellos de botella en la cadena de suministro que actualmente asolan el sector logístico. Según un modelo de Tradeshift, se ha producido una caída de la demanda global en diversos sectores. Normalmente, esto sería motivo de preocupación tanto desde una perspectiva macroeconómica como microeconómica. Al fin y al cabo, la demanda es el motor de la economía. Sin embargo, desde el punto de vista de la gestión logística, esta reducción de la demanda puede resultar un alivio bienvenido, dados los difíciles cuellos de botella a los que se ha enfrentado el sector. 

Encontrar alivio en las fuentes más insospechadas

La reducción de la demanda en la economía general se traduce en una menor necesidad de capacidad de transporte y logística. Eso puede ser un alivio para un sector que lidia con retrasos y acumulaciones aparentemente interminables. Las últimas estadísticas indican que la actividad en el tercer trimestre de 2022 fue un 8% inferior a lo previsto inicialmente. Y esto no parece ser una anomalía; también se observaron pautas similares en el segundo trimestre. Semejante descenso en dos trimestres consecutivos puede ser indicativo de una tendencia del sector. Por supuesto, es importante recordar que la industria logística necesita la demanda para funcionar, por lo que la esperanza es que la caída actual no sea tan precipitada como para agotar la clientela. 

Sin embargo, desde un punto de vista operativo, la reducción de la demanda ha permitido a la industria gestionar mejor su capacidad, que ya está al límite. El Índice de Salud del Comercio Mundial confirma estas tendencias en su informe. Por ejemplo, la actividad de la cadena de suministro mundial se redujo un 5% en el tercer trimestre, y los nuevos pedidos se están agotando.  Un estudio reciente encargado por un proveedor clave de datos de comercio digital muestra un descenso de la actividad en logística, transporte, fabricación y venta al por menor en el tercer trimestre. Algunos argumentan que esto es un reflejo de la crisis del coste de la vida que se ha apoderado de prácticamente todas las naciones.

El coste de la vida hace que los consumidores sean más prudentes

Como el coste de la vida sigue subiendo, muchos se replantean las compras lujosas. Incluso lo esencial debe racionarse para que las familias puedan llegar a fin de mes. Esta restricción del gasto no sólo la gestionan los gobiernos a nivel macro y meso, sino también los individuos a nivel micro. La idea es que quienes puedan apretarse el cinturón tendrán muchas más posibilidades de sobrevivir a la actual crisis del coste de la vida que quienes sigan gastando al mismo nivel que en los periodos de bonanza. Estos hábitos de gasto prudentes se reflejan en el comercio internacional global. 

Los titulares de los informes estadísticos confirman estas tendencias, aunque no los datos concretos. Por ejemplo, los pedidos mundiales caen ahora por debajo del 7% en el tercer trimestre. El trimestre anterior los pedidos habían caído un 6%. Los expertos lo han analizado y han llegado a la conclusión de que se trata de la caída semestral más importante desde el punto álgido de la pandemia, cuando la economía mundial parecía correr el riesgo de paralizarse. La industria manufacturera ha bajado un 11% en el tercer trimestre con respecto al ritmo previsto. La actividad de la cadena de suministro al por menor ha bajado un 9%. En conjunto, se trata del crecimiento más lento que se ha experimentado en 18 meses. 

Una economía mundial que lucha por recuperarse

Aunque, en general, la economía mundial se ha recuperado, existen indicadores de un patrón de arranque y parada, que podría señalar un largo camino por recorrer. Según Christian Lanng, CEO de Tradeshift, esta tendencia será ventajosa para los agentes logísticos, que han tenido que lidiar con un sector sobrecargado. En otras palabras, los recientes cuellos de botella en la cadena de suministro podrían estar aliviándose en consonancia con la caída de la demanda. Lanng también ve indicios de que los costes de transporte están empezando a bajar.

No obstante, es importante recordar que la disminución de la demanda es un arma de doble filo. Por un lado, puede aliviar las dificultades operativas. Por otro, puede afectar a la base de clientes que sustenta la industria logística. Los pequeños proveedores deben ser especialmente cautelosos a la hora de cambiar una forma de presión por otra. Si el número de clientes disminuye, estos pequeños actores tendrán dificultades para seguir siendo relevantes en una industria competitiva. Especialmente preocupante sería el cierre de pequeños proveedores debido a la baja demanda, lo que podría llevar a que algunos de los retos de la pandemia COVID-19 volvieran con fuerza. 

Equilibrar la baja demanda con la supervivencia de la empresa

El análisis de Tradeshift indica que Europa es ahora el epicentro de la última desaceleración económica. Por ejemplo, la actividad de la cadena de suministro en toda la eurozona cayó un 6%, y el gasto de los consumidores está siendo prácticamente aniquilado. Esto se produce en medio de una crisis energética desencadenada por la invasión rusa de Ucrania.  Todo ello ha ejercido una importante presión sobre los costes de las cadenas de suministro, que deben responder adecuadamente a los cambios en los patrones de la demanda. También conviene recordar que gran parte de Europa aún se está recuperando de los estragos de la pandemia de COVID-19. 

En Estados Unidos el panorama es ligeramente distinto. Sí, el impulso se está ralentizando. Sin embargo, la caída es a un ritmo más suave que en el resto del mundo. Por ejemplo, el volumen total de transacciones en EE.UU. fue sólo un 2% inferior al nivel previsto en el tercer trimestre. La situación en China también es diferente, ya que la actividad de la cadena de suministro local creció a un ritmo notablemente más saludable en el tercer trimestre, cayendo sólo un 1% por debajo de lo previsto. 

Estabilización en EE.UU.

Los primeros indicios apuntan a una estabilización de las cadenas de suministro estadounidenses. La advertencia sobre esta tendencia es que las cadenas de suministro se mantendrán si los consumidores siguen gastando. Esto, a su vez, podría traducirse en menores costes operativos. Por supuesto, si el gasto de los consumidores cae, las cadenas de suministro tendrán otro tipo de problemas. Se trata de un escenario no deseado que los expertos vigilarán atentamente.

Europa presenta un panorama mucho más heterogéneo en el camino hacia la recuperación. El continente se enfrenta a una crisis energética latente y sigue luchando por equilibrar la seguridad del suministro con la sostenibilidad y el acceso. Además, la cadena de suministro está ahora sujeta a presiones e imperativos geopolíticos, lo que lleva a muchas organizaciones a revisar la resistencia de sus cadenas de suministro. 

Conclusión

En general, la disminución de la demanda representa una oportunidad para gestionar mejor la industria logística. Sin embargo, esto supone que la demanda no caiga tanto como para poner en peligro a las pequeñas empresas. EE.UU. y China parecen estar afrontando bien el difícil panorama logístico actual, pero Europa se enfrenta a importantes retos en este frente mientras lucha por recuperarse de la pandemia y de una grave crisis energética en curso. 

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