La guerra comercial entre los Estados Unidos y China aún está se encuentra en curso. Esta disputa se ha hecho un nombre por sí misma ya que impactó en las rutas marítimas, pero ahora el impacto se está empezando a sentir en el aire. La guerra comercial ha comenzado a afectar la carga aérea, las economías se están desacelerando y el mercado de Asia y el Pacífico está lidiando con la mayoría de la disminución de la demanda.
Este agosto fue el décimo mes consecutivo de disminución en términos de volumen de carga aérea. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo ha monitoreado la demanda global de carga aérea y ha visto una caída del 4% en agosto en comparación con el mismo mes en 2018. Si bien todas las economías están lidiando con una disminución de la demanda de carga aérea, y el impacto ha repercutido principalmente en la ruta comercial de Asia y el Pacífico. Los datos de la Asociación de Transporte Aéreo han revelado que la carga aérea entre los socios comerciales de Asia Pacífico, en particular, se ha contraído en un 5%, más que el promedio mundial.
Esta guerra comercial entre Estados Unidos y China ha traído consigo impactos económicos, que no se han visto desde la crisis financiera mundial en el 2008, hace más de una década, cuando la demanda de carga aérea expermientó una caida durante diez meses consecutivos. Esto no es algo que solo está afectando a los cargadores. Esto está teniendo su alcance en toda la cadena de suministro desde clientes a dueños de empresas, y las personas deben tomar nota de ello. No hay señales de que esta guerra comercial se resuelva en su totalidad en el corto plazo, lo que significa que todavía no hemos superado lo peor. Las guerras comerciales inhiben severamente la prosperidad, por lo que a medida que los gobiernos continúan siendo combativos entre si, se ven afectados no solo el desempeño de la carga aérea sino de todo el mercado comercial.
Exportaciones globales
Las exportaciones mundiales están sufriendo más severamente. Este problema actual en el mercado ha impactado la carga aérea hasta tal punto que los pedidos de exportación globales están disminuyendo. Desde septiembre de 2018, se han rastreado los pedidos de exportación de fabricación. Teóricamente, esto prepararía el camino para un mejor monitoreo de las exportaciones y el comercio en múltiples naciones. Si bien este ha sido el caso, la desafortunada realidad es que también ha revelado hasta qué punto la guerra comercial entre China y Estados Unidos ha obstaculizado severamente la carga aérea. Por segundo mes consecutivo, todos los principales aliados comerciales han informado una disminución significativa en los pedidos.
Rendimiento por región
China experimentó una disminución de cuatro puntos entre junio y septiembre. Los datos de DHL han demostrado que esta disminución se debió en gran parte a la disminución de ocho puntos en la demanda general de carga aérea. Esta disminución de la carga aérea es algo que se observa en los factores internacionales de oferta y demanda. La capacidad de carga aérea ha superado la demanda durante 16 meses seguidos, lo que significa que las tarifas de carga aérea están cayendo y, de hecho, han alcanzado su punto más bajo en cuatro años. Desde 2015, año en el que se registraron tarifas de envío aéreo tan bajas. Esto tampoco es algo digno de elogio, aunque la mayoría de las personas asociarían bajos precios con ahorros. Estos precios están teniendo un impacto severo en las regiones de Asia-Pacífico. La disminución en el volumen en agosto fue del 6%, lo que significa que el peso imponible cayó un 7% y produjo una disminución de la demanda del 9,4%. Esto provocó una caída de los ingresos mundiales de la carga aérea en 16%. Los ingresos por carga aérea que salen de Europa cayeron un 15,3%, y la carga aérea originaria de Asia y el Pacífico cayó un 11,6%.
Lo que los expedidores deben saber
Los cargadores ahora necesitan saber que esto no es algo que vaya a terminar muy pronto. A medida que los políticos continúan debatiendo y la guerra comercial siga extendiendose, la economía y los negocios podrían verse restringidos en un grado más significativo de lo que estamos experimentando ahora. Consideremos que lo que vemos ahora es particularmente importante y representa un problema silente. La demanda de agosto cayó un 6,4%, y a medida que esto continúe, la demanda de bienes intermedios caerá aún más, y cuando esto ocurra, contribuirá a una disminución en la carga aérea en general.
Como tal, los cargadores deben tener en cuenta este cambio. Si las cosas no mejoran pronto, tendrá un impacto en que, a dónde y a quién se envía. Los involucrados en la industria del transporte marítimo deben tener en cuenta que el impacto de la demanda de carga aérea fluctúa por región. Aquellos que comercian en Asia y el Pacífico pueden enfrentar severas restricciones en lo que respecta a los presupuestos. Los precios para los miembros de la industria continuarán cambiando y traerán más inestabilidad y menor demanda. A medida que esto suceda, la disponibilidad de envíos de carga aérea disminuirá, las compañías ya no podrán depender de la superposición y los horarios regulares de carga aérea. La falta de demanda y la disminución de la carga aérea significa que los envíos se retrasarán, y las empresas deben adaptarse para eso. Los consumidores deben estar preparados.
En conclusión
En general, las disputas comerciales nunca representan nada bueno. En este caso, la capacidad de monitorear los datos de diferentes aspectos del entorno comercial global ha revelado que el conflicto actual entre Estados Unidos y China está teniendo un impacto inesperadamente severo en todos los elementos del comercio, pero particularmente en la carga aérea. Mientras el panorama político muestre poco o ningúna señal de cambio en el corto plazo, el impacto negativo será algo para lo que las empresas deben estar preparadas. Todas las empresas involucradas en logística, particularmente en la región de Asia y el Pacífico, deberán contar con planes de respaldo para el potencial impacto a largo plazo en la disminución de la demanda de carga aérea.