Una crisis muy delicada y alarmante atenaza a la industria del comercio global en este inicio de año. El principal exportador del planeta, China, no tiene suficientes contenedores para distribuir sus productos al resto del mundo.
La demanda está superando, y con mucho, a la capacidad logística del sector. Lo que está disparando los precios de tus compras digitales, y si eres importador, de tus costos de flete.
¿Qué sucede?
Que nos estamos quedando sin contendores. La popularización del comercio digital ha provocado que tanto Europa como Estados Unidos demanden más bienes de consumo de China, la gran fábrica del planeta. Lo drástico del repunte y las medidas sanitarias impuestas en la cadena de distribución han ralentizado los envíos y han provocado una escasez galopante de contenedores. China quiere enviarnos sus productos. El problema es que no tiene dónde.
Precios
La crisis se manifiesta en tarifas de carga cada vez más y más elevadas. Un exportador chino debía pagar en diciembre más de 7.500$ por un contenedor de unos doce metros cuadrados con destino a Estados Unidos. En abril hubiera pagado poco más de 2.700$. Similar escalada se ha producido en el comercio entre China y Europa: el precio del contenedor ha pasado de los 1.000$ de agosto a los $2.000 del invierno. Su precio se ha duplicado en medio año, disparando los costes de importación.
La última vez que transportar bienes resultó tan caro fue hace diez años.
Es importante considerar
El principal perjudicado es China. Su economía se ha recuperado durante los últimos meses tras un año marcado por la epidemia del coronavirus. Gran parte de su ímpetu en el segundo semestre del año dependía de las exportaciones. En noviembre, diversos parámetros de la economía china, como la producción industrial o la construcción, alcanzaban sus mayores registros desde hacia cinco u ocho años. También las exportaciones.
La venta y distribución de bienes chinos había propulsado un despegue económico esencial tras una primera mitad de año catastrófica. La crisis de los contenedores amenaza con ralentizarla.
Exportaciones
Otros actores se ven perjudicados de forma paralela. La demanda de bienes chinos en Estados Unidos y Europa es tan elevada que los importadores están enviando los contenedores de vuelta a China tan pronto como se descargan. Rellenar los inventarios es esencial en un contexto de altísima demanda de productos.
Pagas más
Ante todo, la crisis de los contenedores afecta a los consumidores e importadores de forma directa. Cualquier producto proveniente de China tarda más en llegar y lo hace a un mayor precio. Los exportadores asiáticos necesitan reservar espacio de carga a veinte días por anticipado, el doble de lo habitual; y el periodo habitual de retorno de un contenedor ha pasado de los 60 días a los 100, un récord histórico en el sector.
Si falta espacio de carga, ¿por qué no hacemos más contenedores?
Porque el colapso también llega a los fabricantes. China produce el 95% de los contenedores empleados por la marina mercante, y su principal productora, China International Marine Containers, no acepta pedidos hasta nuevo aviso. Hay un cuello de botella generalizado desde las plantas de producción hasta los puertos. El protocolo anti-covid, al reducir el número de trabajadores en puntos de carga y almacenes, no ha ayudado en nada al panorama.
En ShipLilly sabemos qué una vez que los contenedores están vacíos, deben rellenarse lo más rápido posible. ¡Cada contenedor cuenta! Y para gestionar esto de forma óptima, todos nuestros departamentos hacen su parte, ya sean los equipos de Gestión Comercial, Red y Operaciones. Juntos, tomamos caminos poco convencionales para cumplir con la necesidad de nuestros clientes y sus negocios en el menor tiempo posible.
One Comment on ““La gran crisis de contenedores dispara los precios, retrasa los envíos y enfada a nuestros clientes””
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