Guerras comerciales y etiquetas de precio: El coste oculto de los aranceles en sus compras

Victor NunezEcommerce, Envíos de China, Envíos marítimos, General, General, Guia de Envíos, Importación, Manufactura, Noticias de la industriaLeave a Comment

Subtítulo: Cómo afectan los aranceles a los precios al por menor y qué significan para su cartera

Introducción

A medida que se imponen aranceles a los productos importados de China y otros países, muchos consumidores se preguntan si estos costes se repercutirán sobre ellos en la caja. Si bien es cierto que los aranceles repercuten en el coste inicial de los productos que entran en EE.UU., esto no se traduce necesariamente en un aumento de los precios de venta al público. Los aranceles se aplican en función del valor de importación, no del precio final de venta al por menor, que puede ser significativamente superior debido a otros factores de coste como la mano de obra, la logística, el alquiler y los márgenes comerciales.

Los minoristas e importadores disponen de varias estrategias para mitigar los costes arancelarios, como buscar proveedores más baratos o absorber ellos mismos los costes. Sin embargo, cuando los ajustes no son factibles, pueden producirse subidas de precios, aunque éstas dependen de lo que el mercado pueda tolerar. Este artículo desglosa los factores que influyen en los precios al por menor bajo presiones arancelarias y explora cómo los consumidores pueden o no sentir el pellizco del aumento de los costes comerciales.

1. Entender las tarifas y el proceso de margen minorista

Aranceles: Se aplican al valor de importación, no al precio de venta al público

Cuando se importan mercancías a EE.UU., los aranceles se calculan en función del valor declarado de la mercancía en el punto de entrada. Este valor de importación suele ser muy inferior al precio de venta al por menor debido a costes adicionales como el transporte, la comercialización, la mano de obra y el margen de beneficio del minorista. Por consiguiente, aunque los aranceles aumentan el coste de los productos básicos, no controlan el precio final que los consumidores ven en las estanterías.

Por ejemplo, un producto importado por valor de 20 dólares con un arancel del 25% costaría 25 dólares a nivel de importación. Sin embargo, una vez añadidos los costes de logística, alquiler y otros gastos, el precio final al por menor podría alcanzar los 50 dólares o más, dependiendo del margen de beneficio. Por término medio, los artículos más caros, como los coches, pueden tener un recargo de hasta el 5%, mientras que los artículos de lujo pueden tener recargos de hasta el 500%. La mayoría de los productos de consumo tienen un sobreprecio superior al 100%, lo que significa que el impacto arancelario inicial puede ser relativamente pequeño en comparación con el precio final que pagan los consumidores.

2. Respuestas de los minoristas a las tarifas: Absorber, ajustar o repercutir los costes

Absorber los costes arancelarios para estabilizar los precios

Algunos minoristas e importadores absorben el coste arancelario dentro de sus márgenes de beneficio para poder mantener precios estables para los consumidores. Esta estrategia puede ser eficaz para productos con altos márgenes de beneficio o para grandes minoristas que pueden aprovechar su escala para distribuir los costes entre una gama de productos. Por ejemplo, un gran minorista podría absorber el coste adicional del 10-20% de determinadas importaciones, minimizando así los ajustes de precios para los consumidores.

La capacidad de los minoristas para absorber costes depende en gran medida de los márgenes de beneficio y de la competencia. En sectores muy competitivos, absorber las tarifas puede ser esencial para evitar perder clientes en favor de rivales con precios más bajos. Sin embargo, este planteamiento no es sostenible a largo plazo, sobre todo si las tarifas siguen aumentando.

Cambiar a fuentes alternativas

Para mitigar el impacto de los aranceles, algunas empresas recurren a proveedores de países con acuerdos comerciales más favorables. Por ejemplo, para eludir los aranceles elevados, las empresas pueden adquirir productos de Vietnam o la India en lugar de China. A menudo es más fácil decirlo que hacerlo, ya que encontrar nuevos proveedores implica ajustes logísticos, negociaciones contractuales y garantía de calidad.

El American Action Forum informa de que casi el 40% de los importadores estadounidenses se han planteado o han actuado en relación con el abastecimiento alternativo para mantener la rentabilidad y minimizar las subidas de precios. Aunque esta estrategia puede ser eficaz, suele ser más factible para productos con opciones de abastecimiento flexibles y menos para artículos especializados o materias primas vinculadas a regiones específicas.

Trasladar el coste a los consumidores

Como último recurso, los minoristas pueden subir los precios para repercutir los costes arancelarios a los consumidores. Esta decisión depende a menudo de hasta qué punto los consumidores están dispuestos a tolerar una subida de precios antes de optar por otras alternativas. Según el Instituto Peterson de Economía Internacional, una guerra comercial prolongada podría elevar los precios al consumo entre un 10 y un 15% en múltiples categorías de productos, aunque la magnitud varía en función del tipo de producto y la solidez de la marca.

En el caso de los artículos de primera necesidad, los minoristas podrían tener mayor flexibilidad para subir los precios, mientras que los artículos de lujo podrían sufrir una caída más brusca de la demanda si los precios suben significativamente. Este equilibrio entre mantener la cuota de mercado y cubrir los costes es un reto clave para los minoristas en un entorno de aranceles elevados.

3. Dinámica del mercado: El tira y afloja de la oferta y la demanda

Ajustes de los proveedores y presión sobre los precios

Los proveedores, especialmente los que dependen del mercado estadounidense, se enfrentan a presiones arancelarias similares. Dado que Estados Unidos es uno de los mayores mercados de consumo del mundo, los proveedores extranjeros dependen a menudo de mantener la competitividad en el mercado. En respuesta a los aranceles, estos proveedores podrían reducir sus precios o ajustar sus márgenes de beneficio para retener a los compradores estadounidenses. Los proveedores chinos, por ejemplo, han bajado a veces sus precios en respuesta a los aranceles, absorbiendo de hecho parte del coste arancelario y suavizando el impacto en los consumidores estadounidenses.

Además, algunos gobiernos extranjeros pueden conceder subvenciones para ayudar a los fabricantes a compensar los costes arancelarios. En el pasado, el gobierno chino ha subvencionado a determinados sectores manufactureros, lo que les ha permitido mantener precios competitivos en los mercados extranjeros. Esta práctica puede ayudar a evitar aumentos significativos de los precios de los bienes de consumo, aunque también podría suscitar debates sobre la equidad comercial.

El techo de la demanda y la saturación del mercado

En última instancia, la demanda de los consumidores desempeña un papel fundamental en la fijación de los precios máximos. Si los aranceles elevan demasiado los precios al por menor, disminuirá la demanda de determinados bienes, lo que podría dar lugar a un excedente. Los minoristas deben calibrar cuidadosamente la tolerancia del mercado; en sectores con gran elasticidad, incluso un pequeño aumento de precios puede provocar caídas significativas de la demanda.

Esta interacción entre la oferta, la demanda y las estrategias de precios crea una dinámica en la que las empresas se esfuerzan por mantener los precios dentro de la zona de confort de los consumidores. Los minoristas pueden optar por subidas de precios moderadas o por reducir el tamaño de los envases para gestionar los costes sin disuadir a los clientes.

4. El uso estratégico de los aranceles y la flexibilidad de las cadenas de suministro modernas

Los aranceles como herramienta de diversificación de la cadena de suministro

Un resultado estratégico de los aranceles es la diversificación de las cadenas de suministro. Los aranceles, especialmente los dirigidos a países como China, están impulsando a las empresas a explorar la posibilidad de abastecerse en regiones con condiciones comerciales más favorables. Esto ha llevado a un aumento de las compras en el Sudeste Asiático, Sudamérica e incluso en el mercado nacional estadounidense, fomentando así una mayor diversidad y resistencia en las cadenas de suministro.

Empresas como Apple y General Motors ya han comenzado a trasladar parte de su producción a países como Vietnam y México. Al repartir la producción entre varias regiones, las empresas pueden reducir la dependencia de un único país de origen, mitigar el impacto de los aranceles y reforzar la resistencia de la cadena de suministro.

Flexibilidad en el aprovisionamiento: Un punto fuerte para los minoristas

La adaptabilidad de las cadenas de suministro modernas es un punto fuerte importante frente a los aranceles. Con opciones flexibles de abastecimiento y una amplia red mundial, las empresas pueden trasladar rápidamente la producción a regiones con aranceles más bajos o relaciones comerciales más estables. Esta flexibilidad permite seguir distribuyendo eficazmente las mercancías y ayuda a mantener la rentabilidad, incluso en medio de las presiones arancelarias.

Según un informe de McKinsey, más del 60% de las cadenas de suministro mundiales tienen flexibilidad incorporada para reorientar los recursos y adaptarse rápidamente a las nuevas políticas comerciales. Esta adaptabilidad, sin embargo, varía según el sector; mientras que los sectores de la electrónica y la confección tienen una gran flexibilidad, industrias como la farmacéutica y la automovilística pueden enfrentarse a más retos debido a requisitos más estrictos de los proveedores y a las necesidades de producción.

Conclusión

En un mercado con aranceles elevados, el precio que pagan los consumidores por los productos al por menor depende de algo más que del impuesto de importación: es una compleja mezcla de ajustes en la cadena de suministro, estrategias de los minoristas y dinámica del mercado. Aunque los importadores pueden absorber parte del aumento de los costes o compensarlo con fuentes de suministro alternativas, los consumidores podrían sufrir subidas de precios si estos ajustes resultan insuficientes. Al comprender estas fuerzas del mercado, los consumidores pueden anticiparse y adaptarse mejor a los cambios en las tendencias de precios. Mientras las empresas siguen navegando por este nuevo panorama comercial, la flexibilidad de la cadena de suministro y la estrategia de precios seguirán siendo fundamentales para mantener unos precios competitivos y asequibles para el consumidor.

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