Hasta el momento, los cuentos sobre las disputas laborales y la ineficacia en los puertos de la Costa Oeste son viejas noticias o por lo menos, eso pensábamos. Los que no estamos trabajando en esa situación no nos percatamos de lo horrible que está la congestión en California, a medida que siguen las discusiones entre los intereses laborales disminuyen la productividad y producen un panorama virtual de barcos sobrecargados. Las fotos más recientes disponibles de las vías marítimas congestionadas son sorprendentes, por decir algo y los trabajadores que tienen que ver con la congestión personalmente tienden a decir que incluso las fotos más sorprendentes no hacen justicia a lo que es la situación real.
Photo credit: Michael Kelley / mpkelley.com
Transportistas tentados a romper con el sur de California
Es comprensible que los dueños de los buques estén cansados de estar “dando vueltas”, dando tiempo para que descarguen sus mercancías. Como resultado muchos han comenzado a buscar destinos más convenientes para sus cargas. Considerando cuán lucrativa es la ruta Trans-Pacific y cuántos negocios en Los Angeles y Long Beach se benefician de su excelente ubicación, la buena disposición de los transportistas de abandonar los puertos podría tener graves consecuencias, tanto financieras como de otro tipo.
Tradicionalmente, los transportistas se apoyan en el fluido funcionamiento de los puertos de la costa oeste para que su mercancía llegue a la otra parte de su viaje con una eficiencia confiable. Sin embargo, los últimos informes sugieren que muchos transportistas tendrán que esperar hasta dos semanas antes de que tan siquiera se acerquen a puerto para descargar. Como dicen “tiempo es dinero” y los retrasos significativos han hecho que muchas empresas coloquen más barcos en sus rutas y busquen opciones de puertos alternos.
Las repercusiones se expanden por toda Norteamérica
Algunos transportistas fueron proactivos y redirigieron sus cargas a la costa oeste de Canadá desde mayo cuando comenzaron primero las disputas entre los trabajadores portuarios. La cifra de transportistas que imitaron esa acción no deja de crecer y parece que cada vez más barcos están omitiendo los puertos californianos. La mayoría de los barcos terminan dirigiéndose a puertos en Victoria y Prince Rupert, pero estas ciudades no cuentan con la red de infraestructura para manejar el aumento de carga de forma eficiente, y terminan casi tan congestionados como los puertos de LA y Long Beach.
Las alternativas incluyen puertos en México y la costa del Golfo, al igual que algunas ciudades a lo largo de la Costa Este. Lamentablemente, la mayoría de los puertos del oeste de los Estados Unidos ya han alcanzado su capacidad en lo que refiere a su capacidad de manejar un excelente de demanda. Gran parte de su negocio se centra ahora en tratar con los envíos provenientes de Asia que han llegado a través del canal de Suez y la mayoría de los transportistas insisten en utilizar estas rutas, a pesar de los costos de transporte marcadamente elevados. Por último, la mayoría de los transportistas parecen inclinarse hacia la confiabilidad y no los ahorros de costos inmediatos.
La congestión hace de los envíos algo impredecible
Claro está, de alguna manera el transporte internacional todavía está adivinando cuál es la movida. Las empresas deben tomar en cuenta todo, desde los patrones climatológicos hasta las condiciones de mercado antes de seleccionar una ruta para sus barcos. Pero por lo menos por ahora, la congestión en los puertos de la Costa Oeste parece estar cada vez más estática dejando “los acertijos” por fuera, por lo menos en algunas movidas. Las fotos a continuación muestran los buques, muchos de los cuales tienen miles de pies de largo, respaldados por millas, sin poder tener otra opción por ahora que mirar cómo se transpone el sol sobre sus contenedores a medida que continúan los conflictos laborales.