Hace poco la industria del trasporte marítimo experimentó una sacudida importante.
La compañía Francesa CMA CGM adquirió la Compañía naviera Neptune Orient Lines Ltd. por la cantidad de USD $2.4 Billones de dólares en efectivo. El diario The Wall Street Journal reportó este 7 de Diciembre que dicha compra no solamente le otorgará mayor presencia a la naviera francesa en el océano Pacífico; sino que el acuerdo era también un movimiento tanto en NOL como en partes de CMA CGM para consolidarlos en la tambaleante industria de envío de contenedores.
Para una industria que normalmente depende de alianzas para mejorar negocios, una adquisición de esta magnitud puede sentirse como una señal del fin de los tiempos, especialmente si más empresas siguen este camino. Sin embargo, varios factores hacen de las grandes compras y fusiones una necesidad en el negocio del transporte marítimo. ¿Y en referencia al fin de los tiempos de la industria? Bueno, tenemos algunas razones por las que el futuro no es tan desalentador como parece.
¿Por qué deben suceder las compras y fusiones?
Antes de proclamar el día del juicio final para los envíos basándose en la compra de NOL, toma un momento para pensar sobre el estado actual de la industria.
Las cosas no están yendo tan bien para el negocio de transporte marítimo. La desaceleración de la demanda y el comercio mundial de productos básicos han provocado un descenso significativo en la industria como un todo. Muchas economías emergentes, que eran grandes consumidores de productos básicos, ahora se ven afectadas por una devaluación de la moneda y precios de productos típicamente exportados más débiles. Y esto es cierto incluso en esta temporada de festividades, cuando los minoristas normalmente se encontrarían solicitando más bienes para cubrir la demanda del consumidor.
Esta desaceleración del comercio significa que las rutas de envío se encuentran con exceso de capacidad. Las empresas de transporte están luchando para mantener la poca mercancía disponible, y cargan con tarifas casi imposibles de trabajar, las cuales cayeron continuamente el año pasado. Muchos transportistas ni siquiera pueden cubrir el costo del combustible. Por ejemplo, el diario The Wall Street Journal señaló que las rutas Europa a Asia se encuentran oscilando entre USD $1000 por contenedor, cuando la mayoría de las empresas necesitan un promedio de USD $1300 por contenedor para cubrir sus gastos.
En este panorama, solo tiene sentido que algunos transportistas quieran adquirir o unirse a otras compañías para ayudarse a reducir costos y mantenerse a flote. Las líneas marítimas pueden usualmente reducir hasta un 30% sus gastos generales tras la fusión o adquisición. Esto también significa que los transportistas pueden crear economías de escala (Es decir, mayor cantidad de bienes movilizándose en escalas más grandes pero incurriendo en menores costos) con puertos, equipos y proveedores de servicios.
Realmente, con todos esos beneficios, ¿Quién puede culpar a compañías como NOL y CMA CGM por consolidarse?
¿Cómo las fusiones y adquisiciones afectarán el futuro de la industria?
La preocupación principal que presentan los profesionales del transporte marítimo es que cada vez más y más compañías terminan fusionándose o siendo adquiridas por otras; gracias a esto, la industria terminará quedándose solamente con líneas de transporte gigantes. Si bien esta es una preocupación válida, hay una razón por la cual combinar líneas no es tan mala idea para la industria del transporte marítimo a corto plazo.
A largo plazo, estas compras y fusiones eventualmente abrirán nuevas oportunidades en el mercado, como es el caso de cualquiera de las economías capitalistas. A medida que las megafusiones y corporaciones crean brechas, transportistas nuevos o más pequeños se alzarán para reemplazarlas en el tiempo. Estos cambios, que pueden ser temporalmente volátiles, a la final re-estabilizarán la industria de transporte marítimo y harán de ella una vez más un negocio fuerte y orgulloso. Es un ciclo que tiende a suceder en cualquier industria, y ha sucedido anteriormente en este negocio.
Las fusiones y adquisiciones también ayudan a los países de economía estable alzarse por encima de la recesión. Estados Unidos; por ejemplo, tiene grandes oportunidades de ser un jugador dominante en la industria del transporte marítimo mientras se recupera de la depresión económica. El éxito potencial de Estados unidos viene de la fortaleza de la moneda y las tasas bajas de desempleo (actualmente alrededor de 5% solamente). Luego de hacer volver a la normalidad al sistema bancario durante la crisis de viviendas, se las arreglaron para estabilizar la moneda y la economía, a diferencia de otros países. Por esta razón y más, podemos claramente ver a Estados Unidos surgiendo como un fuerte jugador en el futuro de la industria del transporte marítimo.
¿Qué pueden hacer los transportistas para mantener su negocio andando en el 2016?
Entonces, ¿Que se supone que pueden hacer las compañías transportistas para asegurar su negocio en una industria tan volátil y cambiante?
Principalmente, es vital que las marcas de transporte y logística (especialmente las más grandes) se enfoquen en reducir sus costos. Si la fusión o adquisición es la jugada correcta para una compañía en particular para recortar gastos, entonces esa ruta debe ser estudiada. Los transportistas pueden considerar además, inversiones más sabias; por ejemplo, muchos cargadores podrían aumentar en gran medida su automatización y procesos al invertir en una mejor tecnología.
En relación a transportistas más pequeños, su enfoque principal deberá ser perfeccionar su servicio al consumidor lo mejor posible. A menudo, cuando la industria se ve sacudida, las empresas más grandes suelen despedir a sus empleados (como lo hizo Maersk a principios de Noviembre), lo que causó la desmotivación de su personal y resultó en una desmejora de la calidad del servicio al consumidor. El vacío dejado por esta falta de calidad es lo que los transportistas pequeños deberían procurar llenar. Al mantener y mejorar el servicio al consumidor, las pequeñas empresas pueden asegurar que sus clientes regresen una y otra vez a pesar de las adversidades.
Mientras que la industria de transporte marítimo se encuentra en transición en una etapa de consolidación, fusiones y compras, este ciclo es temporal y no debe ser temido. Cambiar es difícil, pero pueden resultar de él economías más fuertes para todos en muchas oportunidades.
¿Esta sacudida de la industria del transporte ha afectado tu negocio? ¡Cuéntanos qué estás haciendo al respecto en los comentarios!