Una vez que la Revolución Industrial promoviera el avance de buques de vela hacia barcos de vapor y a motor, se pudiera haber pensado que no habría grandes cambios con respecto a los buques. Después de todo, ahora tenemos gigantes cruceros que cuentan con piscinas, toboganes, y una manada de personales de Disney, ¿qué más podríamos querer?
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En cuanto a la industria de logística se refiere, hay dos factores que siempre están en la mente de todos: el tiempo y el dinero. Los altos precios de los combustibles y los abultados diseños tradicionalmente han limitado la eficiencia, incluso de las empresas navieras más grandes. Además, el empuje reciente hacia una conciencia ambiental le ha puesto presión a las transportistas para que empiecen a volverse “ecológicas”. Dado que la industria naviera representa aproximadamente 3% de las emisiones globales de CO2, ya es hora de que los ingenieros navieros comiencen a pensar desde el lado de afuera de la caja. En el pasado hubo una serie de soluciones que iban desde buques impulsados por energía eólica, hasta buques elaborados de laminas de metal, pero ninguno ha logrado llegar al agua.
El juego se llama “aerodinámica”
Eso fue hasta ahora. Sorpresa, sorpresa: dejen que los escandinavos encuentren una solución. Famosos por ser particularmente progresivos y amigables con la naturaleza, Noruega, una vez más, ha salido a nuestro rescate. Lade-AS, una empresa naviera noruega, recientemente sorprendió a la industria con un nuevo invento que reconsidera la funcionalidad de los buques estándar. Más específicamente, es la idea de Terje Lade, empresa especializada en barcos de velocidad con sede en Oslo, quien hizo de la “aerodinámica” la palabra de moda en la industria. El elegante concepto naviero convierte al casco en un velero, generando una sustentación aerodinámica e impulsando el buque hacia adelante con la energía del viento. Acoplado con un sistema de propulsión de gas natural líquido, el buque ganaría fácilmente suficiente velocidad para capitalizarla en la fuerza de vientos constantes.
Claro está, el diseño hace alarde de pocas similitudes con los métodos de viajes frecuentados por antiguos exploradores como Cristóbal Colón. A diferencia de estas antiguas naves, el nuevo diseño de Lade, efectivamente puede navegar, aprovechar una tecnología similar a la que utilizan los aviones. De esta forma, es capaz de “generar propulsión” del aire orientándose hasta 18 grados hacia el viento. Igualmente, a diferencia de los buques de antaño fabricados con madera, esta nave se apoya fuertemente en complicados sistemas de computación, los cuales pronostican el clima y calculan la mejor ruta a seguir. Los algoritmos como base del sistema están constantemente en alerta, haciendo seguimiento a los patrones climatológicos e indicándole a la tripulación cuando acelerar, desacelerar o cambiar de dirección.
Los primeros prototipos muestran un potencial interesante
Denominado el “Vindskip,” un nombre de origen islandés que se traduce como “buque de viento”, su diseño se ubica sólidamente en la fase de diseño. Los ingenieros están utilizando túneles de viento y sistemas computarizados dinámicos fluidos para resolver los defectos. Un representante de Lade AS reveló que la empresa podría comenzar a probar un prototipo en un tanque de agua a partir de abril, con el objetivo de autorizar eventualmente el diseño de los buques y los diques. Aunque la empresa ya ha obtenido dos patentes por su ingenioso diseño, tardará de tres a cuatro años para que el buque esté listo para dirigirse hacia mar abierto.
Otra indicación de que el “Vindskip” está preparado para el éxito es la atención que ha obtenido de algunos de los “amos” de la industria. Por ejemplo, uno de los más grandes dueños de buques de Noruega, la empresa llamada Wilhelmsen, ya ha expresado su interés en apoyar las “futuristas” ambiciones de Lade AS. Los informes de que el buque podría reducir el costo por combustible en 60 % y las emisiones de carbono en 80 % ciertamente promueven el redoble de tambores.
En materia del precio del combustible las regulaciones de sulfuro son las que mandan
Por supuesto, habrá ciertos obstáculos logísticos que superar. Por ejemplo, varios constructores de buques ya poseen un gran cronograma de modelos antiguos, menos innovadores, para construir. Hasta que no logren salir de este inventario no podrá haber mucha demanda por el Vindskip, como anticipan algunos. La disminución reciente en los precios del petróleo también pudiera hacer que algunas empresas pierdan motivación para invertir en diseños alternos.
Por otra parte, los cambios en la regulación del contenido de sulfuro en ciertos combustibles marinos están establecidos para aumentar de forma significativa los gastos asociados con el combustible de caldera, un elemento esencial en el proceso de destilación. Con la baja esperada en el límite internacional en el contenido de sulfuro en estos combustibles de 3,5 % a 0,5 % para el año 2020, las navieras necesitan hallar una solución y de forma rápida. No es tarea fácil cumplir con estas regulaciones. Hay buenos motivos detrás del cambio: el sulfuro daña de forma increíble el ecosistema marino, por lo que un nuevo buque que no utilice nada de sulfuro (como el Vindskip) podría convertirse en la cura milagrosa que necesita la industria naviera.
Solubles inevitables a pesar de las preguntas sin respuesta
Incluso si los modelos asistidos por el viento no resultan exitosos, no se han perdido las esperanzas. Otros grandes nombres en la industria naviera, incluyendo Maersk, están desarrollando sus propios diseños más eficientes. La buena noticia es que a pesar de si terminamos teniendo buques movidos por el viento o no, la combinación adecuada de competencia y colaboración entre los ingenieros, junto con una dosis sana de innovación, debería llevar a la industria a tener una solución que justifique la inversión.
Cuando llegará el Vindskip a los mares?
Se espera que el proyecto de desarrollo Vindskip se complete a finales de 2015. FoxNews.com habló con Lade, quien dice que esperan que la ingeniería y la construcción tomen aproximadamente de 2 a 3 años. Lade añadió: “Nuestra estimación es que debe estar navegando en el año 2019.”