Una de las opciones emergentes para las empresas a la hora de gestionar su logística y su cadena de suministro es el nearshoring. Este enfoque acerca la producción a la empresa, evitando así muchos de los problemas que surgen cuando se transportan mercancías a largas distancias. Estados Unidos no es una excepción en este sentido. Sin embargo, trasladar las instalaciones a México o a otros lugares cercanos planteará inevitablemente cuestiones sobre las redes de proveedores, la gestión de costes y los acuerdos logísticos.
Las empresas explican sus experiencias de deslocalización
Las empresas norteamericanas se enfrentan a la realidad de que el nearshoring es cada vez más popular. De ahí que se estén poniendo en marcha y construyendo nuevas fábricas. Sin embargo, los cambios en la cadena de suministro han creado nuevos retos que no siempre eran previsibles al principio. Una estrategia empresarial de deslocalización requiere necesariamente una reorientación de las operaciones. Esto puede suponer un reto para las empresas que estaban acostumbradas a otra forma de trabajar en el pasado.
Premium Guard es un buen ejemplo. Amplió su fábrica de México. Sin embargo, eso supuso importar nuevos equipos de Asia. Esto se basó en la realidad de que los fabricantes asiáticos ofrecían mejores precios y opciones de calidad que otras partes del mundo, según Roel Dekkers (Director de Suministros en México. Este cambio ha hecho necesaria una nueva red de proveedores para trabajar con Premium Guard, teniendo en cuenta la necesidad de crear y distribuir productos con especificaciones muy precisas en cuanto a embalaje y plazos de entrega.
El factor chino tiene dificultades para hacer frente a la estrategia de precios china, más competitiva. En efecto, México dispone de materias primas menos abundantes que China, como la pasta de papel y el acero. Esto eleva los costes de producción y significa que Premium Guard debe pagar en última instancia las diferencias. Sin embargo, se considera que los retos merecen la pena, ya que la nueva estrategia de aprovisionamiento no depende excesivamente de un solo país alejado de la empresa. El aprovisionamiento próximo se considera una medida complementaria para apoyar las cadenas de suministro existentes en Asia. Esta es una lección de las crisis de la cadena de suministro, que se está abordando mediante los ajustes operativos adecuados.
Aprender de las experiencias logísticas de otras empresas
Cada vez más empresas siguen el ejemplo de Premium Guard, uno de los principales proveedores de automóviles. Sus estrategias reflejan un profundo conocimiento de la dinámica geopolítica de los mercados contemporáneos. Además, estas empresas anticipan y comprenden los riesgos e incertidumbres inherentes a la cadena de suministro a distancia. Antes, los países occidentales hacían hincapié en la deslocalización para controlar los costes y hacer frente a los conflictos laborales en casa. En cambio, las vulnerabilidades de la cadena de suministro han obligado a las empresas a reconsiderar la opción de la deslocalización cercana. Es probable que Asia, en general, y China, en particular, salgan perdiendo en cuanto a lugar de fabricación preferido por las empresas con sede en Occidente (especialmente Norteamérica y Europa).
El alejamiento de China comenzó ya en 2018, cuando la entonces Administración estadounidense de Donald Trump abofeteó con aranceles a China, además de los derechos de importación existentes sobre una serie de bienes. Muchas empresas predijeron cierta guerra comercial y empezaron a tomar medidas alternativas, incluida la deslocalización cercana. La pandemia de Covid-19 y las consiguientes alteraciones de la cadena de suministro provocaron una búsqueda aún más intensa de alternativas. La pandemia provocó una importante contracción de la demanda de transporte marítimo, pero ésta repuntó rápidamente cuando se levantaron las restricciones.
Tras el cierre de Covid-19, importantes presiones sobre el sector naviero y las empresas de logística obligaron a replantearse la estrategia. Por ejemplo, el periodo estuvo marcado por la escasez de productos, los embotellamientos portuarios y una infraestructura de transporte demasiado vulnerable para hacer frente a las demandas. Mientras tanto, los presupuestos se reducían en el mundo empresarial, ya que muchos se recuperaban de los rescoldos de las convulsiones económicas de Covid-19. En estas circunstancias, el nearshoring representaba una respuesta sensata.
Comentarios sobre los filtros de aceite acabados en la planta de Interfil
El crecimiento de la producción en EE.UU. ha procedido principalmente de los sectores de alta tecnología, incluidos los semiconductores. Mientras tanto, las prioridades nacionales definidas por la Administración de Joe Biden en EE.UU. incluyen la autosuficiencia, el apoyo a las empresas estadounidenses y la sostenibilidad. De ahí que se hayan inyectado miles de millones de dólares en la economía para reducir su excesiva dependencia de los productos chinos. Esto, por tanto, plantea interrogantes sobre las siguientes mejores alternativas.
Para Estados Unidos, la producción en México parece una buena opción. Es geográficamente conveniente y tiene la mano de obra necesaria para apoyar la producción. De hecho, México puede fabricar constantemente bienes a un coste mucho más barato que EEUU. Aunque no siempre es tan eficiente como la producción de China, México puede competir en este terreno. Además, México tiene un acuerdo de libre comercio con Canadá y EE.UU., lo que significa que ya tiene un punto de apoyo en el mercado norteamericano. La consecuencia es que hay menos aranceles cuando se importa de México que de China.
No cabe duda de que los empresarios y propietarios estadounidenses están buscando soluciones en México. Jake Ozmun (Director de Aprovisionamiento de Malouf Cos.) ha comentado el destino del minorista de muebles de Logan, Utah. Sugiere que su empresa necesita unos 14 días para trasladar la mercancía de México a Utah, aproximadamente el 30% de lo que se necesitaría si se importara de Asia. Por lo tanto, no es de extrañar que la empresa se abastezca actualmente en un 20% en Norteamérica, y que México desempeñe un papel importante.
México puede no ser una solución completa o sin fallos
A pesar de los atractivos de la deslocalización a México, hay desventajas claras e importantes que deben tenerse en cuenta al tomar esta decisión estratégica. Por ejemplo, la red eléctrica no siempre es tan fiable como desearían las empresas estadounidenses. Por otra parte, la falta de materias primas y piezas producidas localmente significa que sigue siendo necesario abastecerse de ciertos artículos procedentes de Asia. Chris Rogers (Jefe de Investigación de la Cadena de Suministro de S&P Global Market Intelligence) sostiene que los riesgos de la deslocalización deben equilibrarse con los de la deslocalización cercana para obtener la perspectiva adecuada.
México no está exento de problemas evidentes, como los cárteles de la droga, que pueden causar estragos en la cadena de suministro. Además, el hecho de que exista un pacto comercial entre Estados Unidos, México y Canadá significa que los derechos sindicales de los trabajadores mexicanos aumentan automáticamente. Esto podría implicar un aumento del malestar industrial, además del problema existente, y quizá no relacionado, de los altos índices de delincuencia. Para las empresas que buscan estabilidad y previsibilidad, éste no es el tipo de riesgo que desean encontrar. Por otra parte, China sigue siendo un productor fuerte a pesar de perder cuota de mercado en las exportaciones a EE.UU. en especialidades como la confección y la electrónica. De ahí que sus rivales en este ámbito (por ejemplo, Vietnam y México) no ofrezcan una solución completamente infalible.
La ventaja china sigue siendo
Muchas de las razones que convirtieron a China en un centro de fabricación se mantienen hoy en día, incluido el bajo coste de producción. Desde su adhesión a la Organización Mundial del Comercio en 2001, China se ha esforzado por hacerse atractiva para las empresas. Cuenta con una amplia red de proveedores en un complejo ecosistema difícil de reproducir en otros lugares. México llega relativamente tarde al juego y no puede superar rápidamente a China en estos aspectos. Omar Troncoso (Director de la oficina de Ciudad de México de Kearney Inc.) ve algunos parques industriales centrados en electrodomésticos, electrónica y muebles en México.
Sin embargo, casi el 50% de esas inversiones están impulsadas por empresarios chinos que buscan acercarse a la frontera estadounidense. China ya está respondiendo al nuevo reto. Las empresas de logística y transporte están acudiendo en masa a la frontera entre Estados Unidos y México para procesar las piezas enviadas desde Asia. Mientras tanto, Niels Larsen (presidente para Norteamérica de DSV A/S, una empresa transitaria danesa) constata la insuficiencia de vuelos directos entre Asia y Latinoamérica. Así pues, la empresa vuela sus piezas a Arizona y California antes de seguirlas hasta México. Asia siempre formará parte de la ecuación, al menos en un futuro previsible.
En conclusión
Los trastornos de Covid-19 todavía se dejan sentir en el comercio internacional, el transporte marítimo y la logística. Una de las soluciones propuestas es la deslocalización, con México como ejemplo para abastecer a Estados Unidos. Sin embargo, harán falta muchos más cambios para que China sea desbancada como fabricante preferente, debido a su complejo ecosistema de suministros y sus menores costes de producción.