El transporte internacional depende del comercio internacional para funcionar. Al mismo tiempo, no hay naciones que participen más del comercio que las dos potencias más grandes del mundo China y Estados Unidos. Una de las tendencias de las que los transportistas deben estar atentos en el 2017 está relacionada con las relaciones comerciales entre China y EE. UU y su concepción y desarrollo. Se anticipa cambios en los precios, disponibilidad de contenedores, contra-tarifas y restricciones en importaciones y exportaciones. Esta es la razón por la que la industria ha estado atenta a lo que sucede entre estas dos potencias. Un buen punto de inicio para cualquier análisis es considerar la dinámica macroeconómica que influencia dicha relación.
Las Macroeconomías de Ambos Países
Es bien aceptado el hecho de que EE. UU y China serán las potencias económicas líderes de los próximos 30 años. Por lo tanto, las tendencias macroeconómicas de ambos países son bastante relevantes para todos los negocios, incluyendo el transporte internacional. Una de las tendencias claves es el hecho que el Dólar cada vez se hace más fuerte frente a otras monedas, incluyendo el Yuan. Al mismo tiempo, China ha sido constantemente vilipendiada en la prensa internacional para manipular monedas. Mirando más de cerca los hechos, se observa que la realidad es diferente a lo que se percibe. Sin embargo, se cree que China no está jugando limpio. Este es uno de los muchos factores que se acreditan con anunciar la declinación eventual de los EEUU.
El comercio internacional es un juego de suma cero. Por ejemplo, mientras que el viento sopla para los Estados Unidos, otras economías deberán prepararse para las caídas. Desde la rebaja de crédito del 2011, EE. UU ha ganado casi 30% y continúa creciendo en el 2017. La economía de los Estados Unidos poco a poco se recupera de la depresión y por ello ubica a la Reserva Federal en una posición mucho más fuerte de la que se encontraba hace 5 anos. Por consiguiente, se espera para el 2017 una serie de aumentos en las tarifas atrayendo los intereses de los activos denominados en Dólares americanos. En español; todo esto significa que EE. UU será más fuerte y rico en términos económicos. Como afirma Christopher Stanton de Sunrise Capital LP:” En este momento, hay una cantidad increíble de presión para vender todas las monedas y comprar dólares”
Panorama Menos Optimista para China
Aunque China continúa siendo una gran potencia en manufactura y exportación, su moneda donde sea es tan poderosa como el dólar. Puede impactar fuertemente el comercio internacional y, por consiguiente, a la industria de transporte internacional. Sin embargo, existe una ventaja para China. Las tarifas altas en dólares significan que las importaciones desde China son más económicas para los estadounidenses. Por otro lado, las exportaciones de EE. UU van a ser colocadas en una gran desventaja. Por esto, es más probable que el tráfico de China a Estados Unidos sea mayor que en la ruta de retorno en el 2017. Mientras tanto, la moneda China continúa cayendo frente al dólar; perdiendo un 4.3% entre octubre y diciembre del 2016.
Se espera que la nueva administración presidencial de Estados Unidos traiga consigo competencias de comercio entre China y EE. UU. En el corto plazo, parece mucho más probable que la nueva presidencia se involucre en estímulos fiscales. Todo esto enfrenta la fuerza relativa del dólar frente al Yuan. El aguijón en la cola puede ser los recortes de impuestos propuestos, que podrían tener el mismo impacto que la bonanza del recorte de impuestos de Bush 2000; lo que llevó a la incertidumbre en los mercados de acciones, así como una reserva federal marcadamente perversa.
¿Se está debilitando la economía China?
A pesar de que es muy pronto para las predicciones, el 2017 puede ser el año en que el milagro chino sea expuesto dejándolo vulnerable. Si esa predicción se convierte en realidad, tendrá un impacto profundo en la industria naviera que depende de China como el mayor exportador. A la fecha, China es el socio comercial más grande de los Estados Unidos fuera de la controversial TLCAN (Tratado de Libre Comercio en América del Norte). Las inherentes inestabilidades de la economía China impactan inevitablemente en el flujo de bienes desde y hasta EE. UU. La muy comentada tendencia a la baja de los bienes importados se ejemplifica por el hecho que los precios de computadores elaborados en China bajaron 1.2% en mayo del 2016.
Existen eventos específicos que pueden afectar la narrativa general en muchas maneras. Por ejemplo, la congestión en la Costa Oeste en el primer periodo del 2016 evidencio que los transportistas se mantienen en la búsqueda constante de alternativas rápidas. Otros ven esas subidas como una demostración de una industria que finalmente desgaste la tormenta. Estas subidas afectan a la industria en diferentes áreas. Por ejemplo, la exportación de materia prima desde EE. UU a China aumentó un 31% en el último periodo del 2016. El aumento alcanzo un 47% en junio del año pasado. Sin embargo, variaciones en nichos específicos no siempre pueden reflejarse en la industria como un todo.
¿Qué deben hacer los transportistas?
Un plan para disminuir los riesgos nunca había sido tan necesario como lo es ahora para el 2017. Uno de los recursos principales es negociar tarifas de contratos de servicio más altas, a pesar de que la sobrecapacidad está llenando las negociaciones. Un caso particular es la estrategia empleada por Alphaliner, quien ha tenido que absorber 5 perdidas. Se prevé que las tasas más altas pueden superar algunos del déficit de ingresos que han caracterizado a la industria hasta el momento. La situación puede ser ligeramente diferente para el tráfico transcontinental en dirección este, que está dominado por los trazados de los Estados Unidos. En este caso, la estrategia de gestión de riesgos supera cualquier fundamento de oferta y demanda. Tras el colapso de Hanjin, se ha convertido en un imperativo para la industria a prestar una atención seria a los costos a la luz de la demanda de rutas comerciales específicas.
El transporte internacional es una de esas industrias que esta extremadamente vinculada al comercio internacional. Cualquier déficit, Superávit, guerra o fluctuaciones de la moneda entre los dos actores principales (China y EE. UU); tendrá un impacto en la industria. Por lo tanto, las empresas más grandes deberán asegurarse de poseer una estrategia de manejo de riesgos para el 2017 y así evitar desastres como la bancarrota de Hanjin.