Plantear las preguntas difíciles y planificar
“La gran dimisión” es un nuevo término que ha aparecido entre los discursos económicos dentro y fuera de Estados Unidos. Sencillamente, muchas personas abandonaron voluntaria o involuntariamente sus puestos de trabajo durante la pandemia del COVID-19. No hay suficientes personas para sustituirlas ahora que la economía sigue recuperándose de las medidas de bloqueo. Este fenómeno ha creado una aguda escasez de mano de obra, con dimisiones masivas y muchos trabajadores buscando nuevos puestos e incluso nuevas industrias.
Motivos para cambiar y seguir adelante
Hay muchas razones para la gran dimisión. Por ejemplo, muchos trabajadores buscan un salario más alto, mejores prestaciones, estabilidad laboral y la posibilidad de trabajar de forma flexible o incluso desde casa. Sin embargo, algunas industrias han recurrido tradicionalmente a mano de obra semicualificada y no cualificada mal pagada que se esperaba que estuviera físicamente presente en el trabajo.
Las estimaciones indican que en 2021, más de 47 millones de trabajadores dejaron sus puestos de trabajo. Se trata de una cifra récord con vulnerabilidades específicas en el comercio minorista y la logística, que perdieron 11 millones de trabajadores. La falta de personal está dificultando que los negocios sigan abiertos. Las tripulaciones esqueléticas que permanecen operativas apenas dan abasto con la demanda, y algunos negocios han decidido cerrar porque no consiguen el personal que necesitan.
Impacto general más allá de las preferencias de los trabajadores
Estas dimisiones masivas y los cambios de trabajo pueden parecer un mercado de vendedores para los empleados que tienen opciones que ejercer. El inconveniente es para los empresarios que luchan por mantenerse a flote. Las repercusiones van más allá de la relación inmediata entre el trabajador y el empleado, ya que se acumulan para frenar la actividad económica. Uno de los ámbitos que más puede sufrir es la cadena de suministro estadounidense.
Es pertinente entender el “qué”, el “por qué” y el “cómo” de la gran renuncia a tratar el problema. Muchas de las respuestas son muy individualizadas, y una respuesta genérica o sumaria puede no ser la correcta. Sin embargo, la encuesta del Pew Research Center ha identificado ciertas tendencias y similitudes que no se pueden ignorar:
- El 63% de los encuestados citó los bajos salarios
- El 63% citó las escasas oportunidades de ascenso
- El 57% citó la falta de respeto en el lugar de trabajo
- El 48% citó las dificultades para el cuidado de los niños
- El 45% citó la falta de flexibilidad en el lugar de trabajo
- El 43% citó los escasos beneficios
Otras variables que pueden entrar en juego
Al ser encuestados, algunos trabajadores indicaron que se habían animado a unirse a la dimisión masiva porque su empleador les había impuesto un horario excesivo o insuficiente. En consecuencia, algunos empleados decidieron renunciar cuando los empleadores les impusieron el mandato de vacunación COVID-19. Aunque parezca que se trata de cuestiones sencillas de relaciones laborales que pueden resolverse con cierto esfuerzo, pueden surgir muchos problemas adicionales. Por ejemplo, las empresas deben tomar decisiones difíciles para priorizar la estabilidad, la eficiencia y la rentabilidad. Muchas de ellas sólo pueden elegir una de esas tres cuestiones para atender sus prioridades operativas.
Uno de los retos fundamentales es el hecho de que muchas empresas modernas se basan en modelos que no son sostenibles en general. Por ejemplo, muchas empresas contemporáneas eligen la eficiencia y la rentabilidad por encima de la estabilidad. Esto es especialmente importante cuando se trata de tomar decisiones sobre la mano de obra. Por ejemplo, los empresarios de las industrias que emplean principalmente mano de obra poco cualificada no se preocupan por la retención y, sin embargo, los indicadores indican que deberían hacerlo.
Génesis y progreso de las dimisiones
Mientras que algunas empresas han racionalizado que las altas tasas de rotación entre los puestos de trabajo de nivel inicial ahorran dinero para apoyar su línea de fondo, este enfoque les está pasando factura. Un ejemplo es la suposición de que deshacerse del personal rápidamente antes de su segundo aniversario de trabajo ahorra las bonificaciones y los aumentos salariales que se acumularían debido a la prolongación del servicio. Algunos incluso intentan que la gente renuncie justo antes de que termine el periodo de prueba. Esto significa que el mercado laboral de la mano de obra poco cualificada es una puerta giratoria que muchas de estas empresas aprovechan para sobrevivir.
La otra cara de la moneda son los empleados que ya no están interesados o dispuestos a languidecer en puestos de trabajo que no ofrecen seguridad y se niegan a pagar un salario digno. La inflación está afectando al mercado de consumo, y algunas estimaciones indican que en 2022 se añadirán 52.000 dólares más a las facturas anuales de los estadounidenses. Los empleos ingratos y estáticos no son una opción atractiva para los trabajadores en esta economía. Los restaurantes de comida rápida fueron uno de los primeros sectores en experimentar este fenómeno, con multitud de carteles de cierre alegando “problemas de personal”. Ahora se ha convertido en un problema amplio que puede afectar a toda la economía.
Se alcanza un punto de crisis inmediata de personal
El final de la cadena de suministro se ve perjudicado por los malos patrones de contratación y formación. Sin embargo, ese perjuicio se traslada a otras partes de la cadena. Por ejemplo, sabemos que al menos el 20% de las dimisiones en 2021 se produjeron en el comercio minorista, el comercio mayorista, la logística y el transporte. Eso ya indica problemas para satisfacer las demandas del mercado de consumo. El sector del transporte también se suma a los problemas con la escasez de conductores, que supera las 80.000 vacantes.
Los conductores experimentados se jubilan y pocos candidatos adecuados quieren sustituirlos. Es probable que la tendencia a la falta de vacantes en el transporte por carretera se agrave a corto plazo. Una de las soluciones que se han propuesto es el uso de camiones eléctricos autónomos. Sin embargo, los prototipos de esta tecnología aún no están listos para la producción en masa. Sin embargo, estos sectores han ofrecido casi 2 millones de puestos de trabajo sin cubrir.
La cadena de suministro sigue siendo un reto para la economía
El coste de la vida está aumentando, y es probable que los problemas de la cadena de suministro no hagan más que empeorar. El año pasado, la inflación fue del 7%, más alta que en los 40 años anteriores. Muchas necesidades, como los alimentos, se están volviendo insoportablemente costosas para el estadounidense medio. La clase trabajadora se ve desproporcionadamente afectada por las presiones inflacionistas en la economía. Sin embargo, la clase empresarial sigue sobreviviendo y prosperando. Por ejemplo, los beneficios empresariales antes de impuestos aumentaron un 25% y se situaron en 2,81 billones de dólares.
Si se excluyen los impuestos, ese aumento de los beneficios empresariales es del 37%, el mayor incremento desde los primeros registros de la Reserva Federal de 1948. Puede que las consecuencias a largo plazo de la gran dimisión no sean del todo predecibles en estas fases iniciales, pero eso no significa que no vayan a producirse. Las tendencias emergentes sugieren un panorama que debería preocupar a los economistas y a los formuladores de políticas. La inflación está afectando a la economía de forma significativa y de gran alcance. Por ejemplo, los precios de la gasolina se situaron en más de 4 dólares por galón en mayo de 2022. Se espera que sigan superando ese techo, al menos a corto plazo.
Eventos globales y consecuencias locales
Una de las explicaciones causales de la subida de precios son los acontecimientos mundiales, como la tan criticada invasión rusa de Ucrania. Aunque la crisis amenaza efectivamente la cadena de suministro y la paz mundial, no es la única variable de la inflación actual. Los precios de los alimentos siguen subiendo. El sector logístico tiene muchas vacantes sin cubrir y posiblemente sin cubrir. La escasez en las zonas rurales es aún peor. Los llamados “desiertos alimentarios”, que no producen sus alimentos, pueden sufrir aún más.
Algunas personas que participaron en la gran dimisión pueden querer volver pero no pueden hacerlo debido a retos imprevistos o de nueva intensidad, como los compromisos de cuidado de los hijos. Las oportunidades pueden existir; sin embargo, los afectados pueden seguir optando por no volver a trabajar de la misma forma que antes. Otros renuncian a las restricciones de la COVID-19 pero siguen sin poder reincorporarse a la vida laboral, y menos a tiempo completo.
¿Cómo se puede solucionar este problema?
No hay una respuesta fácil de aplicar a la gran resignación. Aunque algunas respuestas son sencillas, como aumentar los salarios o flexibilizar el trabajo, cuestan recursos que algunos empresarios no pueden permitirse. Incluso los que lo intentan, pueden no ser capaces de aplicar estas soluciones con la suficiente rapidez. La inflación significa que 15 dólares por hora ya no es un salario digno ni siquiera en el estado menos caro. No obstante, los empresarios deberían empezar a pensar en mejorar las prestaciones que ofrecen a sus empleados para atraerlos de nuevo al trabajo.
Un acuerdo de trabajo flexible puede ser atractivo. Si trabajar desde casa no es del todo posible, deben ofrecerse alternativas híbridas. Los lugares de trabajo deben ser más colaborativos y de apoyo que de explotación. La inteligencia emocional puede ayudar a los empresarios a entender lo que se les pide en situaciones concretas. Un ejemplo es la posibilidad de ofrecer apoyo psicosocial y servicios de salud mental a los empleados.
Conclusión
Durante la pandemia de COVID-19, muchos estadounidenses dejaron sus trabajos. Algunos lo hicieron porque se vieron obligados por las restricciones. Sin embargo, ahora que las restricciones han desaparecido, muchos no quieren o no pueden volver. Esto significa que la economía sufrirá escasez de personal hasta que se identifique e implemente una solución adecuada para mejorar las condiciones laborales para atraer a los trabajadores.