La capacidad de procesamiento de carga en la frontera ha disminuido.
La capacidad de procesamiento de carga en la frontera entre los Estados Unidos y México se redujo en un promedio de 35% en una semana gracias al cambio de funciones y obligaciones tradicionales aplicado a los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza, el cual se encuentran concentrados en funciones de inmigración. Este cambio en los recursos se produce en un momento en que un aumento en el volumen de carga en la frontera causó un grave deterioro a las cadenas de suministro. Las demoras cada veza están empeorando el transporte de la frontera.
Los puertos más grandes están experimentando una gran desaceleración, pero esto no existe en áreas aisladas al otro lado de la frontera. Más bien, esto ocurre a lo largo de toda la frontera. El fenómeno está ocurriendo en todas partes. Actualmente, los recursos se están desplazando de sus puertos a través de la frontera, con el fin de apoyar mejor otros aspectos del control fronterizo. este cambio se siente en todas partes, desde cruces comerciales hasta cruces peatonales, y tiene serias repercuciones para la industria naviera.
En El Paso, por ejemplo, los camioneros solían tomar aproximadamente 50 minutos para cruzar la frontera en una dirección, pero ahora el mismo cruce de la frontera demora hasta siete horas en promedio. Y estos retrasos han sido reportados en todas partes. Laredo está viendo retrasos para los camioneros en la Aduana entre cuatro y seis horas.
Efectos en las cadenas de suministro.
Esto es algo que está sucediendo literalmente ante los ojos de todas las compañías de la industria naviera. Los transportistas se están dando cuenta de la congestión, pero hay muy poco que puedan hacer. Y no parece haber un final a la vista. Esto significa que los remitentes tendrán que encontrar alguna otra vía para ayudar a aliviar esta congestión. Primero tendrán que evaluar cómo este retraso está afectando a su empresa y, como resultado, priorizar mejor sus envíos.
¿Qué están haciendo los transportistas? Muchos simplemente están moviendo sus productos a través de la frontera en este momento con la mayor agilidad posible para superar un panorama que esta supuesto a empeorar aun más hasta llegar a un posible cierre. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con un posible cierre que solo agravaría la crisis existente.
Hubo un poco de temor en la industria naviera de que la frontera podría cerrarse y aumentar algunos volúmenes, pero esto ya se mostró como una semana muy ocupada porque coincide con las vacaciones de primavera mexicanas y Semana Santa. Esto significa que ya hubo un aumento natural en el volumen hacia Estados Unidos, que solo ha exacerbado este problema.
Cómo responden los transportistas a los retrasos.
Los transportistas en América y México están teniendo problemas con esta crisis de carga transfronteriza. A medida que aumenta la temporada de producción en México, el volumen aumentará naturalmente para las importaciones y todo esto empeorará la congestión actual. Especialmente si no hay un final a la vista y un cierre potencial se avecina. Juntos, esta es la peor ralentización posible. El New York Times ha estimado que el costo de estos retrasos es de más de 1 millón de dólares por día.
Hay ciertos cierres que tienen lugar en cruces fronterizos específicos, y esto está chocando con el problema de los migrantes y los daños causados por las tormentas. Ya se estimó que estos problemas costaban un millón de dólares por día en ingresos perdidos para empresas y minoristas por igual.
Sin un final a la vista y con tendencia a empeorar el panorama, esto significa que existe el riesgo de que se pierdan diariamente decenas de millones de dólares. Los costos serán asumidos por las compañías y los cargadores al principio, pero eventualmente, la cadena se abrirá paso hasta los bolsillos de los consumidores finales, quienes terminarán pagando un precio mayor por los productos importados.
Diariamente, 1.700 millones de dólares en bienes cruzan hacia los Estados Unidos desde México, y el 70% son transportados por tierra. Este volumen crece a cada año y actualmente todo está cruzando a traves de instalaciones que ya carecén de la infraestructura para manejar grandes cantidades de carga, una vez más exacerbando el problema de la actual crisis fronteriza. La temporada de producción de México, como se mencionó, es una de las épocas más concurridas del año, especialmente para la carga en dirección norte. La temporada alta este año ha comenzado mucho antes de lo esperado.
Cómo han cambiado los recursos.
Este cambio de recursos se realizó en un intento por controlar la grán cantidad de migrantes que cruzan la frontera y, según se informa, disminuiría la cantidad de migrantes que intentan cruzar, pero esto aún no ha sucedido. El cambio de tantos recursos ha contribuido a un nivel de congestión bastante caótico, especialmente cuando el presidente continúa amenazando sobre un posible cierre.
Lo que los transportistas deben esperar en los próximos meses.
En los próximos meses, los remitentes deben estar preparados para retrasos persistentes en la frontera de los Estados Unidos. Deben identificar la carga de mayor urgencia en su lista y concentrarse en ella. Los embarcadores también deben estar preparados y pronosticar al menos tres semanas en el futuro. Si la situación no cambia, ¿hay alguna forma en que los transportistas puedan cambiar su producción o retrasarla? Tal vez solo los insumos críticos podrían ser dirigidos para que el inventario se produzca en otras áreas y se use en el ínterin. Estas son todas las cosas que los remitentes deben considerar en los próximos meses.