Con tantos riesgos para la salud que enfrentan las empresas hoy en día gracias a la difícil situación de COVID-19, aquellos comercios que no se consideran esenciales se han visto obligados a cerrar o al menos limitado sus operaciones. El problema realmente se manifiesta cuando las compañías consideradas esenciales como aquellas que suministran equipos y servicios de primera necesidad experimentan una caída en la disponibilidad de equipos de protección que mantengan la seguridad de los empleados que se encuentran expuestos en las labores diarias. Con todo este conjunto de adversidades, las empresas están luchando por conseguir ese balance entre mantener al personal trabajando contento y las cadenas de suministro ininterrumpidas. Las empresas están implementando medidas muy rápidamente con conocimiento y aprendizaje limitados sobre la marcha. Sin embargo, a algunos les va mejor que a otros.
Seguridad del almacén durante COVID-19
Debido a la incertidumbre del panorama bajo esta pandemia, las empresas han estado cambiando sus modos de operar con muy poca advertencia, para asegurarse de que sus almacenes puedan mantenerse al día con la demanda de productos esenciales sin sacrificar la salud y la seguridad de los empleados. Mientras otras empresas simplemente han optado por aplicar el teletrabajo o trabajo remoto, las empresas de almacenaje y logística (que proveen servicios que no se pueden realizar desde casa) mantienen a sus empleados laborando de manera regular para poder responder a la demanda de productos y servicios esenciales.
Industria bajo escrutinio
No todas las empresas han tenido el mismo nivel de éxito al aplicar estas nuevas medidas. Algunas disfrutan de mayor éxito en lo que respecta a la seguridad e higiene del almacén que otras. Las empresas más exitosas son aquellas que han actuado rápido a la hora de implementar medidas para aumentar la seguridad del sitio de trabajo incluyendo cosas como distintas horas de almuerzo para que las personas no se aglomeren en el mismo espacio al mismo tiempo, protocolos de desinfección para el personal en distintos puntos de la empresa, llevar reuniones al aire libre donde existe un mejor flujo de aire y mayor espacio, así como requerir distanciamiento social dentro del almacén cuando sea posible.
El esfuerzo de Amazon por mantener el ritmo
Desafortunadamente, estas medidas de seguridad no están siendo implementadas por todas las grandes empresas. Amazon es una empresa que ha sido criticada en gran medida por no implementar el mismo nivel en estándares de seguridad para garantizar la salud y la seguridad de sus trabajadores en su almacén. Amazon experimentó un tremendo aumento en la demanda y la primera respuesta de la compañía fue suspender los envíos de artículos no esenciales a sus almacenes. Esta suspensión tenía como objetivo concentrar los esfuerzos de la empresa solo en artículos de primera necesidad requeridos para luchar contra la pandemia.
Amazon ha aprendido de sus errores y la compañía ha aumentado la intensidad de las limpiezas para todos sus almacenes, así como la frecuencia de las mismas. También han implementado un proceso de limpieza profunda de sus instalaciones dada la eventualidad de que alguno de los empleados arroje positivo de Coronavirus. Ciertos cambios en los centros de distribución ahora permiten a los trabajadores mantener una distancia segura unos de otros, o al menos eso afirma Amazon.
El personal de Amazon sin embargo pinta una imagen diferente, especialmente en las últimas al compartir información sobre la falta de distanciamiento social en las instalaciones o la falta de equipos de seguridad disponibles. Para agregar más al drama, los empleados que dieron estas declaraciones fueron despedidos rápidamente poco tiempo después. Este tema ha sido expresado en varios estados y por múltiples trabajadores que afirman que los centros de cumplimiento de Amazon no están haciendo lo suficiente para proteger a sus empleados debido a las mayores demandas de productividad, no tienen suministros de limpieza adecuados a la mano y se ven obligados a trabajar en espacios muy cerrados. Muchos informes afirman que los empleados están aterrorizados de atender sus puestos de trabajo debido al potencial riesgo de contagio que enfrentan día a día, últimamente, 11 trabajadores de almacenes de Amazon ya han dado positivo por Coronavirus. Las instalaciones donde los trabajadores terminan dando positivo han sido cerradas temporalmente, pero no ha resultado en cierres masivos y, en cambio, obliga a las instalaciones que permanecen abiertas a cubrir el trabajo de las que están cerradas, lo que genera retrasos, peores condiciones de trabajo, y mayor riesgo de contagio en general.
La oportuna respuesta de Sysco
Sysco, una compañía de distribución de servicios de alimentos, ha ampliado su enfoque durante este tiempo para asegurarse de que los estantes en los supermercados permanezcan abastecidos. Una nota del CEO y presidente de la compañía a sus accionistas dejó en claro que su escala mundial, la red de almacenes disponibles y los puestos de transporte de la compañía los colocan en un lugar fuerte desde el cual pueden proporcionar suministros de alimentos de manera ininterrumpida durante la pandemia.
Dos tercios de las empresas propiedad de Sysco son restaurantes y estos se han visto muy afectados por la pandemia. Aún así, la compañía ha centrado sus esfuerzos en proporcionar opciones de comida para llevar y entrega a domicilio, mientras se centra principalmente en supermercados. Últimamente, la compañía está considerando permitir que los empleados trabajen con supermercados minoristas para asegurarse de que los estantes permanezcan almacenados. Hay desafíos de distribución mayorista que la compañía tendrá que enfrentar si se implementan estas medidas.
La demanda de asegurarse de que los alimentos estén disponibles en las tiendas y a través de las opciones de comida para llevar ha hecho que esta compañía se ubique entre gigantes como Amazon, donde el equilibrio entre surtir de productos a la nación y mantener a los empleados saludables es cada vez más difícil.
En conclusión
Parece que la clave en este momento es obligar a las empresas a equilibrar su empatía por sus empleados, al tiempo que se asegura de que se mantengan las operaciones. Estas empresas se encuentran en el epicentro del debate. Proporcionar artículos esenciales y no esenciales mantiene a las personas en casa durante la cuarentena, lo que ayuda a reducir la propagación del virus. Consolidar el trabajo y ayudar a las industrias necesitadas también mantiene a las personas empleadas durante un momento en que la economía se ha contraído un 4,3% con claros signos de que continuará disminuyendo hasta que el desempleo llegue a un cuarto de la población. Y, sin embargo, obligar a los empleados a trabajar en condiciones peligrosas para proporcionar esos elementos esenciales, plantea serias dudas sobre la eficacia a largo plazo y la ética de estos negocios a gran escala en los Estados Unidos.